Yoko Ono (87 años) pasará a la historia como la malvada que propició la ruptura del grupo del pop más importante de la historia: los Beatles, que esta semana se cumplían 50 años de la publicación de la nota de prensa que anunció su división. Pero lo cierto es que la artista japonesa no tuvo la culpa. Fueron muchas las discusiones entre John Lennon y el resto de la banda por ella, pero las razones de su escisión respondieron además a otras motivaciones. John Lennon y Yoko Ono se convirtieron en una de las parejas más legendarias y emblemáticas de los años 60 y 70. Desde el principio, su romance estuvo rodeado de polémica. Ambos estaban casados cuando se conocieron y se enamoraron perdidamente el uno del otro en 1966, en la galería de arte londinense Indica Gallery. La atracción que sintieron en el momento en el que se vieron fue suficiente para romper sus respectivos matrimonios. A pesar de todos los problemas por los que tuvieron que pasar, la pareja se dio el sí, quiero en Gibraltar el 20 de marzo de 1969. Tras pasar unos días en París, los recién casados comenzaron su particular luna de miel. Ambos eran conocedores del tirón mediático que tenían y aprovecharon para contagiar al mundo su vena pacifista. Una de las originales protestas que hicieron fue contra la guerra de Vietnam, pero no se manifestaron en la calle como lo haría cualquiera, sino que se encerraron en la habitación 402 del hotel Hilton de Ámsterdam durante siete días e invitaron a la prensa para que grabase todo. El éxito de la protesta fue inminente y repitieron por varias ciudades, convirtiéndose ambos en pregoneros de la paz. La gente debería de dejar de pelear, mejor quedarse en la cama. Estamos mandando un mensaje al mundo, especialmente a la juventud que quiere protestar sin violencia, explicaba Ono. Fue la segunda boda para el inglés y la tercera para la japonesa, que duró, como entonces prometieron y pese a una separación temporal de un año a mediados de los 70, hasta que la muerte los separó el 8 de diciembre de 1980. Su más de una década de vida en común acabó con el asesinato del músico frente a la casa que compartían en el edificio Dakota de Nueva York. Fue, según contó la propia Ono en una entrevista en 2007 en la BBC, el amor del cantante por Sean, el hijo que tuvieron en 1975, lo que le costó la vida. Volvíamos del estudio de grabación y dije: ¿No sería mejor ir a cenar antes de volver a casa? y John respondió: No, vamos a casa, porque quiero ver a Sean antes de que se vaya a la cama . Eso fue lo último que dijo, que quería ver a Sean, contaba la artista. Cuando la pareja se aproximaba al edificio en el que vivían, Mark David Chapman aprovechó para disparar al mítico artista en la espalda. Aunque Yoko Ono jamás se arrepintió de unir su vida a la de John Lennon, sí que reconoció en una ocasión que su matrimonio, de alguna manera, arruinó sus respectivas carreras.
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citando como fuente: Los 60 Principales.